miércoles, 17 de febrero de 2021

Poniendo a punto nuestras confianza, libertad y bondad (VI)

Aunque la confianza sea a la vida anímica lo que la respiración a la vida biológica, confiar, en tanto antídoto contra la inseguridad de nuestra titubeante existencia, siempre será complejo, por no decir cansador y difícil. Ello, además de no ser un engranaje vital que funcione por sí solo. Por el contrario -como con casi todas las experiencias humanas- emparenta con otras cuestiones también complejas, cansadoras y difíciles. En concreto y particularmente, con nuestras prácticas de libertad y bondad.

En efecto, confianza, libertad y bondad conforman un dinamismo fundamental en nuestra vida y desarrollo. Pero en general, de su importancia nos enteramos a posteriori, cuando de distintos modos y formas el dinamismo ya ha sido perjudicado. De ahí las dificultades para su recuperación. Especialmente, cuando al buscar las referencias que nos permitan volver a confiar, sentirnos libres a pesar de todo y seguir apostando por el bien, no nos quede más alternativa que llamar a las puertas de la propia interioridad.

La confianza, la libertad y la bondad como simientes del volver a empezar

No nos engañemos, sanear, fortalecer o re ilusionar el entramado de nuestras alicaídas confianza, libertad y bondad, no dependerá de lo que pueda llegarnos o logremos obtener por fuera de nosotros. Por el contrario, será una tarea de restauración donde el movimiento tendrá que ir de dentro hacia fuera. En lo humano, el sentido, la intencionalidad siempre caerán del lado de esa caja de resonancia que es nuestra interioridad.

Desde este punto de vista, no se tratará solo de confiar en…, liberarnos de… o ser bondadosos con…, sino de colocar cada uno de estos engranajes en la dimensión del para… De este modo, la posibilidad de esta restauración (no por ingenuidad o ñoñería) supondrá un volver a comenzar. Nos daríamos entonces, en la línea del pensamiento de Hannah Arendt [La condición humana - 1958], la posibilidad de -otra vez- concebir, nacer, crecer, cultivar, cuidar, perdonar.

De la libertad psicológica a la libertad como autonomía

Por eso, ante lo dicho, convendrá preguntarse desde qué vivencia de libertad y bondad nos comprendemos y desarrollamos. Comenzando por la libertad, decíamos hace poco, parece relativamente fácil caer en la cuenta que más allá de lo electivo, hay un nivel de libertad que hace a lo entitativo, a ese previo que psicológica y existencialmente permite que elijamos. Así, cimentado el sujeto sobre esta libertad primera, estará en condiciones de, viendo, optar.

Sin embargo, aunque para nuestros modelos culturales de autonomía y autorrealización esto parezca suficiente, cabe que cuestionemos si solo esto es la libertad. Claro que las anteriores libertades son formas importantes de autonomía, pero quizá haya niveles más profundos, escurridizos a la sola lectura psico-sociológica a la que se nos tiene acostumbrados. Efectivamente, apuntamos hacia esos niveles donde la libertad es vivenciada como capacidad de ser fieles a nosotros mismos, desde nosotros darnos a otros y en esto, llegar incluso a límites insospechados: los de la propia entrega en aras de bienes o ideales que de cierta manera nos exigirían la auto negación.

La libertad nacida de la bondad

Evidentemente el horizonte se ensancha, pero seguimos frente a la misma capacidad. La de una libertad capaz de descubrir que ´será más` si se anima a correr el riesgo de crecer desde dentro más que desde posibilidades e instancias externas, abriéndose al despliegue de la propia interioridad. Riesgo y crecer que, paradójicamente solo podrán vivirse en la donación que es toda auténtica relación interpersonal.

Ha entrado en escena, la bondad en tanto amor. Estamos ante el dinamismo de la libertad cuando emparenta con el amor en tanto Eros en su grado máximo. Estamos ante la experiencia de los amantes, la maternidad y la paternidad, la amistad. Pero estas experiencias, como dijera Alain Badiou, todas ellas un complejo entramado de impotencias: ¿siguen siendo nuestras meras libertad psicológica y sociológica?

En breve, más…

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1 comentario:

  1. Cómo confiar en alguien en estos tiempos en que todos decepcionan y sólo se preocupan de sí mismos?

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