Emociones y Diálogos Filosóficos

En la línea de nuestra reflexión compartida acerca de las emociones, en los Diálogos Filosóficos que como sabéis venimos realizando desde el curso pasado en el Centro Pignatelli, hemos querido ponernos frente al espejo de nosotros mismos, para desde ahí hacer una indagación reposada y razonada sobre lo que con frecuencia en nuestras vidas son las raíces del equilibrio y el desequilibrio personal, las fuentes de nuestro sentirnos bien o mal.  

Así, desde la curiosa inquietud del personaje de Lewis Carroll (1832-1898), Alicia: la de El país de las Maravillas cuando manifiesta:

“¡Ay, gatito, qué bonito sería si pudiéramos penetrar en la casa del espejo! ¡Estoy segura que ha de tener la mar de cosas bellas!  Juguemos a que existe alguna manera de atravesar el espejo...  ¿Pero, cómo?! ¡¡Si parece que se está empañando ahora mismo y convirtiéndose en una especie de niebla!! 

Mientras decía esto, Alicia se encontró con que estaba encaramada sobre la repisa de la chimenea... Y en efecto, el cristal del espejo se estaba disolviendo...Un instante más y Alicia había pasado a través del cristal y saltaba con ligereza dentro del cuarto del espejo...”

A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Cap. 1.

Nos hemos zambullido en la realidad de la soledad y de la muerte -particularmente a través del ¿por qué sufrimos como sufrimos ante ésta última?- como causas de nuestras mayores zozobras. Pero también, en la compleja relación que necesitamos articular o desarrollar entre unos bienes necesarios para la vida y el sentido que de la vida tengamos, para así en verdad sentirnos felices o al menos en equilibrio. Esto evidentemente, sea cual sea el sentido que demos a la felicidad.

Pues bien, como introducción a todo lo compartido, basta por ahora con esta presentación. Os quedan el marco de referencia de nuestro trabajo y las inquietudes que lo acompañaron. Sumaros a la reflexión. En breve os dejaremos la nuestra.

Ahora como entremés, como disparador a la curiosa inquietud de la Alicia que somos o deberíamos ser de cara a nosotros mismos y a lo que nos rodea, os dejamos un pequeño vídeo con parte de las ilustraciones que John Tenniel (1820-1914) realizara para las primeras ediciones de las obras de Carroll. Que lo disfrutéis.

Y como siempre, quedamos a vuestra disposición:

c. Perpetuo Socorro 4, oficina 3 - 50006, Zaragoza

coachsergiolopezcastro@gmail.com

http://laplazadelafilosofia.blogspot.com

616 023 822

Os dejamos un saludo cordial.

Emociones y Razón

   Cuando bajo el título: "de Epicteto a nosotros" revisábamos el papel de las emociones en nuestras vidas, intentamos subrayar la compleja relación que el mundo emocional guarda con los procesos que nuestra mente es capaz de operar. Decíamos entonces, que de nuestras emociones podemos decir que son pensadas porque más allá de lo somático o físico de las mismas, siempre elaboramos una comprensión, decimos algo de eso que nos invade emocionalmente.
   Pues bien, es en "este decir" donde Epicteto va a fundamentar aquella sentencia suya de que: "No son las cosas las que nos turban, sino nuestro juicio sobre ellas". Esto en el sentido de enseñarnos que siempre estará en nuestra mano la posibilidad de resignificar toda situación. Y más aún, la posibilidad de hacer la mejor resignificación. ¿Cuál? Pues la que convierte toda circunstancia en ocasión de crecimiento, en oportunidad para expresar lo que realmente somos, no lo que dice o debería decir la máscara con la que nos autopresentamos a los demás.
   En el fondo se trata de caer en la cuenta de que tenemos un fondo esencial para el cual y ante el cual los obstáculos que pueden dañar nuestra subsistencia, en última instancia no son nada. Sólo llegan a ese fondo profundo nuestro, si ante ellos no trazamos las estrategias adecuadas. Pero como dice Elsa Punset en el vídeo que os dejamos, para realizar esto, no se trata de ser "magos", sino de ser Emocionalmente Inteligentes. 

   Esperamos que el fresco aporte de la hija de Punset os guste y sobre todo, que os sea de provecho.

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