Estaríamos por lo tanto ante la posibilidad de que el pensar, el reflexionar, pudiera significar y convertirse en antídoto contra lo que vimos H. Arendt llamó la banalidad del mal. Es decir, ante la posibilidad de que pensando, y pensando accionando, seamos capaces de frenar determinadas tendencias sociales preñadas ya por el pensamiento único. Ahora bien, lo que para la autora alemano-norteamericana hallaba su causa en la irreflexión (recordemos el caso de Eichmann), en nuestro caso quizá pase por poner en jaque no tanto el hecho de pensar o no, sino el de si pensamos adecuadamente. Al respecto, hace tiempo Vicente Verdú escribía:
"La huera condición de la política, la banalización del sexo, la indiferencia del arte y la trivialización de del saber tiñen nuestra época de una atmósfera de vacío... Se vive como se habita, al punto de que la existencia tiende a ser una secuencia encarrilada a procurarse tan sólo
las condiciones idóneas para durar más y mejor..."
(EL PAÍS, "El actual imperio de la ausencia", 26/11/2007)
Sin duda una ácida invitación a desear una existencia diferente... pero eso es precisamente lo que necesita de un pensamiento adecuado. Pensar, que en concreto debemos evaluar si practicamos o no; esto frente a la sospecha de que una vez más estamos perdiendo la oportunidad...
Y como siempre, esperamos vuestros comentarios y sugerencias.
c. Perpetuo Socorro 4, oficina 3 - 50006, Zaragoza
coachsergiolopezcastro@gmail.com
616 023 822
Os dejamos un saludo cordial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario