a) Pedir la palabra y respetar el orden dado a las mismas; así como intentar ser claros y concisos al momento de comunicar la propia reflexión o al de recoger o sintetizar la de otro.

b) Hilar mejor las ideas y argumentos que se expresan desde el tomar notas, ensayar preguntas, y cada cierto número de intervenciones, intentar conclusiones provisorias. Es decir, se trata de estar atentos a las diferentes líneas argumentales que se van a ir gestando y sobre todo, de animarse a expresar alguna síntesis al respecto.
c) Evitar, hacia el final del Diálogo, la ansiedad de pretender palabras o ideas conclusivas. Nuestro reflexionar compartido busca indagar sobre los temas acordados, más desde el comprender de qué se trata, que desde el pretender cerrarlos o agotarlos desde unas u otras ideas. En resumen, dialogamos para aprender a plantear -desde la reflexión crítica y contrastada- nuevas cuestiones sobre aquellas cuestiones que ya nos interesan, en el fondo, dialogamos para aprender a pensar y repensarnos desde la libertad.
Pero también nuestros diálogos son evaluados, en su misma dinámica y en el propio desempeño de sus participantes. Sobre cómo lo hacemos os contamos próximamente.
Quedando como siempre a vuestra disposición, os dejamos un saludo cordial.
coachsergiolopezcastro@gmail.com
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