"Hoy en día la sociedad ha alcanzado un punto en el que la información tiene una utilidad ritual en la vida de las personas… Sin embargo, tengo la impresión de que el gran público busca en la información la cobertura de una necesidad básica para poder vivir en sociedad…
Con todo,
uno de los grandes enemigos de la información, es el modo en que se vive el
presente… En efecto, los inconvenientes de una vida acelerada hacen cada vez
más difícil dedicar tiempo a todo aquello que precisamente requiere de bastante
tiempo para alcanzar un mayor nivel de profundidad…
El
famoso paso de la información al conocimiento es ciertamente complicado. La
información no es conocimiento, es solo la primera llave, la puerta que conduce
al conocer...

Sin duda, palabras que de lleno nos zambullen en la tensión irresoluble entre lo que debería ser el servicio a prestar por los Medios de Comunicación y lo que efectivamente realizan. Palabras e irresolución que a la vez entroncan con el gran reto de posibilitar unos índices estimables de objetividad frente a la evidente imposibilidad de la verdad como absoluto.
Pues bien, como introducción al debate suscitado en nuestros Diálogos Filosóficos os quedan estas líneas. En breve continuamos...
Y como siempre quedamos a vuestra disposición. Escribidnos o llamadnos.
Perpetuo Socorro 4, oficina 3 - 50006, Zaragoza
coachsergiolopezcastro@gmail.com
616 023 822
Os dejamos un saludo cordial.
Excelente reflexión.
ResponderEliminarEs inevitable pensar en qué mundo estamos viviendo cuando los periodistas reconocen que su función social de informar se está sustituyendo por la de manipular. Cuando los profesores reconocen que su función social de educar se está sustituyendo por la de adoctrinar. Cuando los contemplativos reconocen que su función social de amar a los últimos se está sustituyendo por la acogida de los reaccionarios tridentinos, los 'talibanes' de la fe. ¿Qué respuesta se nos ocurre? El inconsciente ideológico capitalista que nos posee como una enfermedad, como una intoxicación. Nos posee la mente, el corazón, el espíritu y el cuerpo.
ResponderEliminarDe todos modos, aunque parezca que todo es corroído por una especie de peste camusiana, aún el mismo escritor africano-francés fue un hombre de esperanza. Con lo cual, frente a la inoculación ideológica del veneno capitalista, quizá no todo esté perdido. En esto soy de los que aún se resisten a renunciar a su pequeña cuota de poder: la de ser uno mismo.
ResponderEliminar