
Aunque la sensación sea la de ser apenas unos despojos, en ellos sigue habiendo posibilidades para seguir transitando satisfactoriamente por la vida. De todos modos, ocurre también que un tipo de soledad no deseada puede ser el resultado de unas relaciones sociales, amicales o familiares deficientes. De hecho podemos estar solos sin sentirnos solos o sentirnos solos estando acompañados. Punto donde nuestra percepción deberá encauzarse por el lado de una seria revisión de lo satisfactorias o insatisfactorias que estarían siendo dichas formas de relación. Habrá que revisar entonces los mínimos desde los cuales contactamos con aquellos que nos rodean, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos tiempos en los que fácilmente podemos encerrarnos en los "vacíos" que nosotros mismos generamos.
Somos seres relacionales, por lo tanto, debemos aspirar a que la soledad, aun la deseada, sea transitoria. Pero también se trata de que cuando "toque" estar solos, no percibamos tal situación como forzosamente traumática. Se trata en definitiva, de un acontecer insoslayable a la existencia... habrá por ende que darle la "vuelta" a su inevitabilidad para así no quedar a la vera del camino.
Pues bien, en breve proseguiremos con nuestra reflexión sobre lo que nos produce malestar. Quedamos ahora a vuestra disposición. Escribidnos o llamadnos cuando queráis.
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Un saludo cordial.
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